Tenía mucho sin escribir una reseña en mi blog y aunque he visto mi tanda de películas que me llenan de inspiración y de ganas de escribir, no había llegado una que tocará partes tan profundas de mi mismo. No solo el hecho de ser una historia "Gay", si no también por la magnífica narrativa visual que nos comparte el genio de la moda Tom Ford.
Desde el momento qué comienza la película con un soundtrack casi de en sueño y una escena muy fuerte, hasta el último respiro de la misma, es un viaje melancólico de un señor, profesor de universidad qué intenta superar al amor de su vida. No solo fue la historia de amor tan concreta e inexistente en el tiempo del personaje principal lo que me fue conmoviendo, si no también la excelente combinación de filtros y colores visuales para los sentimientos de este mismo.
Cuándo George Falconer (Colin Firth) esta encerrado en su triste cotidianidad, se refleja un tono muy opaco, casí sepia o blanco y negro, enseguida nos transmite ese sentimiento tan fuerte de pena y perdida de total esperanza del personaje, sin embargo cuándo en el hay un momento de felicidad o lucidez todo se pinta de un color increíblemente cálido, simple y hermoso. Pude sentir lo que el sentía al recordar al amor de su vida. Todo esto en una ciudad de Los Angeles en los años 60's con un vestuario impecable y fiel a la época (no podía esperar más).
El guión es tan exquisito como el mismo Kenny (Nicholas Hault) del cual soy fan desde SKINS y por andar de acosador en su filmografía encontré esta increíble película. Creo qué sin duda sube al puesto #1 del top10 de películas melodramáticas favoritas. Les dejo el Trailer y dando CLICK aquí la pueden ver. Sí tienen bocinas mejor, el audio no es tan bueno y se los juro que es también algo digno de escuchar con una buena calidad.
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