martes, 12 de agosto de 2014

Navegando solo...

Años sin escribir en este espacio, lo tengo tan abandonado como lo abandoné a mi... y sí es un simple blog que probablemente nadie lea, sin embargo su significado va más allá de los lectores o de lo que escriba. Me abandoné, conocí a una persona y me perdí en ella. Le di todo, tal vez no como el quería, tal vez no al tiempo que el lo necesitaba, pero juro por Dios que di todo lo que jamás había dado. Di tanto que ya ni se si queda algo por ahí que dar... o si hay, no sé si quiera darlo. Aprendí a no dar todo a cualquiera y digo cualquiera por que si hubiera sido alguien aquí estaría. No lo niego, movió un poco mi mundo, sin embargo siempre fue un freno de mano en mi vida. Pero me gustaba ese freno, me gustaba ser un poco controlado, me gustaba hacer planes irreales, creo que a estas alturas mis viajes astrales son más reales que lo que sea que tuve con el. Lo llevo tatuado en una frase, abajo de otra persona... las dos me enseñaron algo muy importante: PUEDO AMAR. Me creí incapaz mucho tiempo, incapaz de entregarme, incapaz de ser tan vulnerable. Pero me di cuenta que soy muy vulnerable el amor, me encantó sentirme amado. Me encanto sentirme alguien, pero lo más importante es que me di cuenta que YA SOY ALGUIEN y que no necesito a nadie, no necesito un barco de papel que se rompa con cualquier pendejada, necesito un pinche CRUCERO con todo incluido y que nunca se inunda. No necesito recordarme a mi mismo que el amor está en la confianza, cuando jamás confié en esa persona y tuve que rayarmelo para recordarlo. ¿Es triste? Sí. ¿Es real? Sí. ¿Me dolió? De a madres. Pero amo esos tatuajes, me dolieron más en el alma que en el cuerpo, sin embargo aquí estoy y... ¿Saben que pienso? Que a huevo hay alguien por ahí para mi, mi crucero, mi alma gemela, mi amor verdadero. Creo en el, quiero creer... 

Estoy en una etapa de mi vida donde amo mi soledad, estoy disfrutando tanto que tengo miedo a cerrarme otra vez a el amor. Pero es tan padre amar que no sé que pase. Pasará lo que tenga que pasar, mientras tanto me dedico en cuerpo y alma a estar bien, no lo extraño, ni me extraño con el, lo único que me dejo fue un sabor amargo, un sabor a algo que no quiero volver a probar jamás, un amor falso. ¿Cómo le puedes pedir amor, confianza y seguridad a una persona que no conoce esos conceptos? Definitivamente me equivoque, pero los errores te hacen fuerte, los errores te hacen las debidas correcciones. ¿Saben? Siento que el que sigue es el definitivo. Por que definitivamente si decido abrirle mi corazón a una persona, esta vez seré sabio y seré inteligente. Y eso amigos... es algo que ya quiero que llegue :D